Doré: Las Oceánidas
Orfeo cantó cómo la tierra, el cielo y el mar, que una vez estuvieron mezclados en una sola forma, después de una lucha mortal fueron separados unos de otros; y cómo las estrellas y la luna y los caminos del sol mantienen para siempre su sitio fijado en el cielo; y cómo se levantaron las montañas y cómo los ríos resonantes con sus ninfas llegaron a existir junto con todo lo que se mueve. Y cantó cómo primeramente Ofión y Eurínome, hija de Océano, tuvieron la posesión del Olimpo nevado, y cómo por la fuerza uno cedió su prerrogativa a Cronos y la otra a Rea, y cómo cayeron entre las olas de Océano; pero los otros dos mientras tanto gobernaron sobre los benditos titanes-dioses, mientras Zeus, aún un niño y con pensamientos de niño, habitaba en la caverna Dictea; y los cíclopes nacidos de la tierra aún no le habían armado con el rayo, con el trueno y el relámpago; porque ésas son las cosas que dan renombre a Zeus.
Apolonio de Rodas.
Argonáutica, I, 496-511.
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