Rubens: Prometeo
Prometeo moldeó a los hombres con agua y tierra y les dio también el fuego, que, sin saberlo Zeus, había escondido en un tallo de hinojo. Pero cuando Zeus se enteró, ordenó a Hefesto que clavase su cuerpo en el monte Cáucaso, que es una montaña de Escitia. Sobre ésta fue clavado Prometeo y permaneció inmovilizado durante muchos años. Cada día un águila se abalanzaba sobre él y devoraba los lóbulos de su hígado, que crecía por la noche. Éste fue el castigo que Prometeo sufrió por el robo del fuego hasta que Hércules le liberó después, como veremos cuando tratemos de Hércules.
Apolodoro. Biblioteca, I, 7, 1.
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