Respondió el padre de los hombres y de los dioses: — ¡Hera! No esperes
conocer todas mis decisiones, pues te resultará difícil aun siendo mi
esposa. Lo que pueda decirse, ningún dios ni hombre lo sabrá antes que
tú; pero lo que quiera resolver sin contar con los dioses no lo
preguntes ni procures averiguarlo.
Homero.
Ilíada, I, 544-550 (Traducción de Luis Segalá y Estalella, 1910)
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