sábado, 15 de octubre de 2011

Los pelasgos expulsados de Atenas

                                     Atenas vista desde el monte Himeto

Los pelasgos fueron expulsados del Ática por los atenienses, no sabré decidir si con razón o sin ella; podré referir tan sólo lo que sobre ello se dice, si bien noto que Hecateo, hijo de Egesandro, afirma en su historia que sin razón fueron aquellos arrojados, contando así los hechos: «Viendo los atenienses, dice, que una campiña suya situada al pie del monte Himeto, que habían cedido a los pelasgos para que la habitasen en pago y recompensa del muro que estos les habían edificado alrededor de la fortaleza, viendo, pues, bien cultivada aquella campiña, que antes era muy estéril y de ninguna estima, tuvieron envidia a los pelasgos, y codiciosos de aquel territorio, sin otro motivo ni razón arrojaron de él a los agricultores.» Pero si creemos lo que dicen los atenienses, razón les sobraba para echarlos de allí; porque situados los pelasgos bajo el Himeto, salían desde allí a cometer mil insolencias; pues como acostumbrasen las doncellas y los niños de los atenienses ir por agua al Enea Crunon (a las Nueve Fuentes) por no tener esclavos en aquel tiempo ni los atenienses ni los demás griegos, sucedía que al ir ellas por agua, con desvergüenza y desprecio las violentaban los pelasgos; y no contentos aun con proceder tan indigno, determinaron al cabo apoderarse de Atenas y fueron cogidos con el delito en las manos. Añaden aún los atenienses, que ellos se portaron mucho mejor de lo que merecían los pelasgos, porque estando en su mano quitarles justamente la vida como a gente que maquinaba contra el estado, no quisieron hacerlo, contentos con intimarles la orden de que saliesen de sus dominios. En fuerza de esta orden, salidos de allí, una de las varias tierras que ocuparon fue la isla de Lemnos. En suma, lo primero es lo que dice Hecateo; lo segundo lo que cuentan los atenienses.

Heródoto. Historia, VI, 137.

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