Tengamos en cuenta a este respecto que habiendo convertido en máxima proceder siempre por la violencia, ejecutar necesariamente sus planes y nunca ver como imposible lo que han resuelto, los romanos sin duda han obtenido a menudo un gran éxito; pero este principio también los ha expuesto a más de un desastre, especialmente en el mar. En tierra, como sólo tienen que enfrentarse con los hombres y la industria humana, la mayoría de las veces resultan vencedores. Su ardor impetuoso triunfa sobre una fuerza que responde a la de ellos. Si a veces son derrotados, esto no es más que una rara excepción. Pero cuando se trata de luchar contra el cielo o las olas, experimentan terribles decepciones. Esto es lo que sucedió en esta circunstancia, como en muchas otras, y lo que volverá a suceder, hasta que corrijan el exceso de audacia y confianza que los persuade de que no existe época en que la tierra y el océano puedan estar cerrados para ellos.
Polibio. Historia, I, 37, 7-10.
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