martes, 11 de diciembre de 2012

Alalcomena


Templo de Atenea en la Acrópolis

Alalcomena es un pequeño pueblo, que yace al pie mismo de una montaña de no mucha altura. Su nombre, dicen algunos, deriva de Alalcomeneo, un nativo de allí, por el cual fue criada Atenea; otros declaran que Alalcomenia fue una de las hijas de Ogiges. A alguna distancia del pueblo a nivel del suelo se ha construido un templo de Atenea con una antigua imagen de marfil.

Pausanias. Descripción de Grecia, IX, 33, 5.

jueves, 29 de noviembre de 2012

El Paladio


Atenea

Ilo fue a Frigia y encontrando unos juegos organizados por el rey, venció en la lucha. Como premio recibió cincuenta jóvenes y otras tantas doncellas, y el rey, obedeciendo a un oráculo, le dio también una vaca moteada y le pidió que fundase una ciudad donde el animal se acostase; así que siguió a la vaca. Y cuando ella llegó a lo que se llamaba la colina de la Ate frigia, se acostó; aquí Ilo construyó una ciudad y la llamó Ilión (Troya). Y habiendo rogado a Zeus que se le mostrase una señal, vio de día el Paladio, una estatua caída del cielo, yaciendo ante su tienda. Tenía tres codos de altura, sus pies estaban unidos; en su mano derecha sostenía una lanza en alto y en la otra mano una rueca y un husillo.

La historia cuenta acerca del Paladio lo que sigue: dicen que cuando Atenea nació fue criada por Tritón, que tenía una hija llamada Palas; y que las dos muchachas practicaban las artes de la guerra, pero que una vez se cayeron, y cuando Palas estaba a punto de dar un golpe, Zeus por miedo interpuso la égida y Palas, espantada, miró hacia arriba, y así fue herida por Atenea. Y estando sumamente afligida por Palas, Atenea hizo una imagen de madera a semejanza de la muchacha y envolvió la égida, que ella había temido, alrededor de su pecho y erigió la imagen ante Zeus y la honró. Pero después Electra, en el tiempo de su violación, buscó refugio en la imagen y luego Zeus arrojó el Paladio junto con Ate en el país de Ilión; e Ilo construyó un templo para la imagen y la honró. Tal es la leyenda del Paladio.

Ilo se casó con Eurídice, hija de Adrasto, y engendró a Laomedonte, que se casó con Estrimón, hija de Escamandro; pero según algunos su mujer fue Placia, hija de Otreo, y según otros fue Leucipe; y él engendró cinco hijos, Titono, Lampo, Clitio, Hicetaon, Podarces, y tres hijas, Hesione, Cilla y Astíoque; y de la ninfa Calibe tuvo un hijo llamado Bucolion.

Apolodoro. Biblioteca, III, 12, 3.

martes, 30 de octubre de 2012

Naufragio de los Argonautas

Dosso Dossi: Los Argonautas en la costa de Libia.

Así habló Anceo con lágrimas, y todos aquellos que tenían conocimientos sobre barcos dieron su consentimiento; pero los corazones de todos se entumecieron y la palidez cubrió sus mejillas. Y así como los hombres, como espectros sin vida,  vagan por una ciudad esperando el resultado de la guerra o de la peste o de alguna poderosa tormenta que supera con mucho los trabajos incontables de los bueyes, cuando las imágenes de su propia armonía explotan y se hunden ensangrentadas y se oyen quejidos en los templos, o cuando a mediodía el sol recurre a la noche en el cielo y las estrellas brillan claras a través de la niebla; así, en aquel momento, a lo largo de la playa sin fin vagaban los caudillos buscando a tientas su camino.

Luego inmediatamente la oscuridad vino sobre ellos; y lastimosamente se abrazaron los unos a los otros y se dijeron adiós con lágrimas, para poder caer en la arena y morir, cada uno aparte de su compañero. Y así de esta manera fueron más allá para elegir un lugar de reposo; y envolvieron sus cabezas en sus capas y, en ayunas y sin alimentar, yacieron toda la noche y todo el día, esperando una muerte lastimera. Pero aparte, las doncellas acurrucadas juntas se lamentaban al lado de Medea, la hija de Eetes. Y así como cuando, abandonados por su madre, los pájaros sin plumas para volar que han caído desde una grieta en la roca pían estridentemente; o cuando en las orillas del río Pactolo que fluye hermosamente, los cisnes elevan su canto, y alrededor el prado cubierto de rocío y la corriente hermosa del río se hacen eco de él; así las doncellas, echando en el polvo su pelo dorado, se lamentaron toda la noche con su gemido lastimero.

Y allí todos, los más valientes de los héroes, habrían dejado la vida sin un nombre y desconocidos para los hombre mortales, con su tarea inacabada; pero mientras estaban prendidos por la desesperación, las ninfas heroínas, guardianas de Libia, tuvieron piedad de ellos, aquéllas que una vez encontraron a Atenea, en el tiempo en que saltó de la cabeza de su padre Zeus con resplandeciente armadura, y la bañaron en las aguas de Tritón. Era mediodía y los rayos de sol más feroces abrasaban Libia; ellas estaban cerca de Jasón, el hijo de Esón, y retiraron ligeramente la capa de su cabeza. Y el héroe abatió sus ojos y miró a un lado en señal de reverencia hacia las diosas, y mientras él yacía aturdido en soledad, ellas se dirigieron a él abiertamente con palabras amables:

"Desdichado, ¿por qué estás tan herido por la desesperación? Sabemos que fuiste en busca del vellocino de oro; conocemos cada fatiga tuya, todas las poderosas hazañas que forjaste en tus viajes por la tierra y el mar. Nosotras somos las solitarias, las diosas de la tierra, que hablamos con voz humana, las heroínas, las guardianas y las hijas de Libia. Levántate, pues; no estés así afligido en tu miseria y levanta a tus compañeros. Y enseguida que Anfítrite haya soltado el carro de rápidas ruedas de Poseidón, entonces da a tu madre una recompensa por todo el trabajo que tuvo cuando te dio a luz durante tanto tiempo de su vientre y podrás volver a la tierra divina de Acaya."

Apolonio de Rodas. Argonáutica, IV, 1277-1329.

martes, 11 de septiembre de 2012

El santuario del monte Liceo

Muralla de la antigua fortaleza de Eleutera

¿Por qué los arcadios apedrean a las personas que voluntariamente entran en el santuario del monte Liceo; pero si tales personas entran por ignorancia, los envían a Eleutera?
¿Es porque fueron liberados por lo que esta historia ganó credibilidad y la expresión “enviar a Eleutera” (la ciudad libre) es del mismo tipo que “ir a la tierra de Jauja”?
¿O está de acuerdo con la leyenda, ya que Eleutero y Lébado fueron los únicos hijos de Licaón que no compartieron la abominación dispuesta por Zeus, sino que huyeron a Beocia, y allí hay una unión de ciudadanía entre la gente de Lebadea y los arcadios, y estos en consecuencia envían a Eleutera a los que involuntariamente entran en el santuario inviolable de Zeus?
¿O es como Arquitimo relata en su Historia de Arcadia acerca de ciertos hombres que entraron por ignorancia allí y fueron entregados por los arcadios a los fliasios y por los fliasios a los megarenses y que, mientras eran conducidos de Megara a Tebas, se pararon cerca de Eleutera por la lluvia y los truenos y otras señales del cielo? Por lo cual, de hecho, algunos afirman que aquel sitio adquirió el nombre de Eleutera.
Sin embargo, el relato de que la persona que entra en el santuario del monte Liceo pierde la sombra no es verdad, aunque haya adquirido amplia credibilidad. ¿Es porque el cielo se cubre de nubes y se oscurece sobre los que entran? ¿O es porque el que entra es condenado a muerte y los seguidores de Pitágoras afirman que los espíritus de los muertos no tienen sombra ni pestañean? ¿O es porque es el sol el que causa la sombra, pero la ley priva a los que entran de la luz del sol?
También cuentan esto alegóricamente: el que entra allí es llamado “ciervo”. Por eso, cuando Cantarión el arcadio desertó y se pasó a los eleos mientras estaban en guerra con los arcadios y con su botín cruzó el santuario inviolable, aunque huyó a Esparta después que se hizo la paz, los espartanos lo entregaron a los arcadios, ya que el dios les ordenó devolver al “ciervo”.

Plutarco. Cuestiones griegas, 39.