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miércoles, 13 de marzo de 2019

Cuando Eubulo fue arconte en Atenas

Cuando Eubulo fue arconte en Atenas, los Romanos eligieron como cónsules a Marco Fabio y a Servio Sulpicio. Este año Timoleón el Corintio, quien había sido elegido por sus conciudadanos general de Siracusa, se preparó para su expedición a Sicilia. [2] Reclutó setecientos mercenarios y, embarcando a sus hombres en cuatro trirremes y tres navíos rápidos, levó áncoras desde Corinto. Cuando navegaba cerca de la costa recogió tres barcos más de los Leucadianos y Corcirenses, y así con diez navíos cruzó el golfo Jónico. [3] Durante este viaje, un suceso particular y extraño le ocurrió a Timoleón. El Cielo vino en soporte de su aventura y predijo su futura fama y la gloria de sus logros, porque a lo largo de toda la noche fue precedido por una antorcha llameante en el cielo hasta el momento en que el escuadrón hizo puerto en Italia. [4] Entonces Timoleón había ya oído en Corinto de las sacerdotisas de Demeter y Perséfone que, mientras dormían, las Diosas les habían dicho que acompañarían a Timoleón en su viaje a su sagrada isla. [5] Él y sus compañeros, por ello, estaba encantados, reconociendo que las Diosas estaban de hecho dándoles su apoyo. Les dedicó su mejor nave, llamándola “la nave sagrada de Demeter y Perséfone.”

Diodoro Sículo. Biblioteca histórica, XVI, 66.

miércoles, 25 de abril de 2018

Los tres Bacos

En nuestra historia de los egipcios, hemos informado de las tradiciones de esta nación respecto al nacimiento y las hazañas de Baco; creemos que debemos ubicar aquí lo que los griegos dicen de este dios. Como los antiguos mitólogos y poetas difieren entre sí acerca de Baco y mezclan con sus historias muchas maravillas, es muy difícil desentrañar la verdad del origen y las acciones de Baco. Algunos reconocen sólo un Baco; otros admiten tres. Algunos incluso sostienen que este dios nunca apareció en forma humana, y que con el nombre de Baco debemos entender el vino. Brevemente resumiremos las diferentes opiniones expresadas sobre este tema. Aquellos que hablan de este dios como físicos, y que llaman Baco al fruto de la vid, sostienen que la tierra, entre otras frutas, produjo primitivamente la vid, que no ha sido descubierta. Dan como prueba que todavía encontramos en muchos lugares vides silvestres con frutos similares a los de la vid cultivada. Agregan que Baco fue llamado Demeter por los antiguos, contando para un primer nacimiento el momento de la germinación de la planta, y considerando como segundo nacimiento el momento en que la vid perdió los racimos; de esta forma, Baco habría tenido dos nacimientos, uno cuando salía del seno de la tierra, y el otro al producir el fruto de la vid. Algunos mitólogos todavía le atribuyen un tercer nacimiento: dicen que Baco, nacido de Júpiter y Ceres, fue desgarrado por los hijos de la tierra, que lo despedazaron y lo hirvieron; pero que Ceres recogió sus extremidades y le devolvió la vida. Hacemos una interpretación física de este mito diciendo que Baco, hijo de Júpiter y Ceres, significa que la vid crece, y que su fruto, que proporciona el vino, madura por medio de la tierra (Ceres), y por la lluvia (Júpiter). Baco, desgarrado en su juventud por los hijos de la tierra, significaría la cosecha que hacen los agricultores; porque los hombres consideran que Ceres es la tierra. Las extremidades hervidas indicarían el uso bastante general de cocinar el vino para mejorarlo y darle un aroma más suave. Los miembros desgarrados por los hijos de la tierra y restaurados a su estado original por el cuidado de Ceres, expresan que después de que la vid ha sido despojada de su fruto y que ha sido cortada, la tierra la hace brotar nuevamente según la estación del año. En general, los antiguos poetas y mitólogos dan a la tierra, como madre, el nombre de Ceres (Demeter). Todo esto se ajusta a lo que dicen las canciones de Orfeo y las ceremonias introducidas en los misterios de las cuales no está permitido hablar a los que no están iniciados. También es por razones físicas que otros explican cómo Baco es el hijo de Semele; porque dicen que la tierra fue llamada por los antiguos Thyoné; que le habían dado el nombre de Semele debido a la veneración que se tenía por esta diosa, y Thyoné, a causa de los sacrificios hechos en su honor. Según la tradición, Baco nació dos veces de Júpiter, porque el diluvio de Deucalión había destruido la vid, reapareció poco después de la lluvia. Baco, habiéndose mostrado así a los hombres por segunda vez, había estado, según el mito, en el muslo de Júpiter. Tales son las opiniones de aquellos que no entienden por Baco más que el uso y descubrimiento del vino.

Diodoro Sículo. Biblioteca histórica, III, 62.

Tal es, de acuerdo con la tradición de los libios, la historia del primer Baco, hijo de Amón y Amaltea. En cuanto al segundo, que era el hijo de Júpiter e Io, hija de Inaco, que era rey de Egipto y enseñaba los misterios sagrados. Finalmente, el tercero, nacido de Júpiter y Semele, fue, entre los griegos, el emulador de los dos anteriores. Imitando a los dos primeros, atravesó la tierra a la cabeza de un ejército; levantó varias columnas para marcar los términos de su expedición; extendió la cultura de la tierra; llevó a mujeres armadas con él, al igual que el viejo Baco tenía a su lado a las amazonas. Se cuidó mucho de las orgías, perfeccionó algunas ceremonias e inventó otras nuevas. Este último Baco recogió así la gloria de los dos primeros, que el tiempo casi había borrado de la memoria de los hombres. Lo mismo sucedió no sólo con Baco, sino también con Hércules. De hecho, ha habido varios héroes de este nombre. Hércules, el más antiguo, es, según la tradición, de origen egipcio. Después de subyugar una gran parte de la tierra, levantó una columna en la costa de Libia. El segundo, de Creta, uno de los dáctilos del Ida, se entregó a la magia y al arte de la guerra e instituyó los Juegos Olímpicos. Finalmente, el último Hércules, nacido de Júpiter y Alcmena, poco antes de la Guerra de Troya, viajó, obedeciendo las órdenes de Euristeo, por una gran parte de la tierra. Después de haber terminado felizmente sus trabajos, erigió en Europa la columna que lleva su nombre. Debido a la semejanza de nombre y costumbres, a este último se atribuyeron las acciones de los dos Hércules más antiguos; confundiendo los tiempos, de tres hicimos uno. Entre las diversas pruebas que se alega para mostrar que había varios Baco, hay una que se extrae de la guerra de los titanes. Todos coinciden en que Baco fue el auxiliar de Júpiter en la guerra contra los titanes. Ahora bien, es absurdo ubicar la raza de los titanes en el período en que vivió Semele y hacer que Cadmo, hijo de Agenor, sea más viejo que los dioses del Olimpo. Tales son las tradiciones mitológicas de los libios sobre Baco. Terminamos aquí el tercer libro, de acuerdo con el plan que habíamos trazado al principio.

Diodoro Sículo. Biblioteca histórica, III, 74.

Según algunos mitólogos, había otro Baco mucho más viejo que éste. Nació de Júpiter y Proserpina; algunos le dan el nombre de Sabacio. Celebramos su nacimiento; pero no se le ofrecen sacrificios y se le rinden honores divinos sólo por la noche y en secreto, debido a la vergüenza que conlleva a estas asambleas. Tenía, se dice, una mente muy inventiva; ató el primero de los bueyes al arado para sembrar el suelo. Es por eso que se representa con cuernos. Baco, hijo de Semele, nació mucho después que éste. El hijo de Semele era lujurioso, delicado de cuerpo y superó a todos los demás hombres en su belleza. También era muy hábil en los placeres venéreos y fue seguido por un gran número de mujeres armadas con lanzas en forma de tirsos. Fue acompañado en sus viajes por las Musas, muchachas instruidas y quien lo entretenían con sus canciones, sus danzas y otras diversiones. También tenía en su ejército a Sileno, su criador y preceptor; Sileno había contribuido mucho a la gloria de su discípulo. En la lucha, Baco estaba cubierto de armas bélicas y pieles de pantera. Pero en tiempos de paz, durante solemnidades públicas y festividades, estaba vestido con telas finas, bellas como flores. Su frente estaba ceñida con una diadema para protegerse de los dolores de cabeza causados ​​por el exceso de vino: es por eso que se llamaba Mitróforo. Se dice que esta diadema es el origen de la diadema de los reyes. Baco también se llama Dímetro, porque los dos Bacos nacen de un padre y dos madres. El más joven ha heredado las hazañas del mayor. Por lo tanto, la posteridad, ignorante de la verdad y engañada por la semejanza del nombre, piensa que sólo había un Baco. Le damos a Baco una varita como atributo, por la razón que vamos a decir. Como originalmente aún no se pensaba mezclar el vino con agua, se bebía puro. Por lo general, sucedía que en las asambleas y fiestas los invitados intoxicados se enfurecían y se golpeaban con palos. Algunos fueron heridos y otros murieron a causa de sus heridas. Para remediar estas cosas, Baco no condenó a los hombres a abstenerse por completo del placer de beber vino puro, pero ordenó que, en lugar de palos, usaran varitas.

Diodoro Sículo. Biblioteca histórica, IV, 4.

martes, 17 de febrero de 2015

Matrimonio de Zeus y Hera

Carracci: Júpiter y Juno.

Los hombres dicen que el matrimonio de Zeus y Hera tuvo lugar en el territorios de los habitantes de Cnosos, en un sitio cerca del río Theren, donde ahora hay un templo en el cual los nativos del lugar ofrecen anualmente sacrificios sagrados e imitan la ceremonia del matrimonio de la manera que la tradición dice que fue realizado originalmente.

Diodoro Sículo. Biblioteca de historia, V, 72, 4.

lunes, 18 de junio de 2012

El mito de Zeus según Diodoro


Pendiente de oro representando a dos abejas (Museo Arqueológico de Heraklion, Creta)

Respecto al nacimiento de Zeus y la manera en que llegó a ser rey, no hay acuerdo. Algunos dicen que accedió a la dignidad real después de que Cronos pasase de entre los hombres a la compañia de los dioses, no venciendo a su padre con violencia, sino en la manera prescrita por la costumbre y con justicia, habiendo sido juzgado digno de tal honor. Pero otros cuentan un mito que es como sigue: le fue dicho a Cronos un oráculo respecto al nacimiento de Zeus que aseguraba que el hijo que nacería le arrebataría la monarquía por la fuerza.
En consecuencia Cronos una y otra vez acabó con los hijos que engendró; pero Rhea, apenada como estaba, y sin embargo carente del poder para cambiar el propósito de su esposo, cuando dio a luz a Zeus, le ocultó en el monte Ida, como es llamado, y, sin el conocimiento de Cronos, confió la crianza del bebé a los Curetes que habitaban en las cercanías del monte Ida. Los Curetes le llevaron a cierta cueva donde lo entregaron a las ninfas, con la orden de que debían atender a cada necesidad suya.
Y las ninfas alimentaron al niño con una mezcla de miel y leche y le criaron en la ubre de la cabra que fue llamada Amaltea. Muchas evidencias del nacimiento y crianza de este dios permanecen hasta este día en la isla de Creta.
Por ejemplo, cuando era llevado, siendo todavía un niño, por los Curetes, dicen que se le cayó el cordón umbilical (omphalos) cerca del río conocido como Tritón, y que este lugar ha sido sagrado y ha sido llamado Ómfalo después de este incidente, mientras que de manera parecida la llanura que hay en torno ha sido conocida como Omfaleo. Y en el monte Ida, donde el dios fue alimentado, la cueva a su vez en que pasó sus días se ha hecho sagrada por él, y los prados que la rodean sobre las crestas de la montaña, han sido de alguna manera consagrados a él.
Pero los más asombroso de todo lo que relata el mito tiene que ver con las abejas, y no vamos a omitir la mención de ello: el dios, dicen, deseando preservar un recuerdo inmortal de su estrecha relación con las abejas, cambió su color, haciéndolo cobrizo con el destello del oro, y como esta región está a muy gran altitud, donde soplan fuertes vientos y caen nieves abundantes, hizo a las abejas insensibles a tales cosas y que no fuesen afectadas por ellas, ya que deben revolotear sobre las más invernales extensiones.
A la cabra que le amamantó también le acordó ciertos honores, y en particular Zeus tomó de ello un sobrenombre, siendo llamado Egioco. Y cuando alcanzó la virilidad fundó una ciudad en Dicte, donde en efecto el mito establece que nació; en tiempos posteriores la ciudad fue abandonada, pero aún se conservan algunos bloques de piedra de sus cimientos.

Diodoro Sículo. Biblioteca de historia, V, 70.