viernes, 15 de enero de 2016
La amenaza de Hera
Respondióle Hera veneranda, la de los ojos grandes: —¡Terribilísimo Cronión, qué palabras proferiste! ¿Una vez más quieres librar de la muerte horrísona a ese hombre mortal, a quien tiempo ha que el hado condenó a morir? Hazlo, pero no todos los dioses te lo aprobaremos. Otra cosa voy a decirte que fijarás en la memoria: Piensa que si a Sarpedón le mandas vivo a su palacio, algún otro dios querrá sacar a su hijo del duro combate pues muchos hijos de los inmortales pelean en torno de la gran ciudad de Príamo, y harás que sus padres se enciendan en terrible ira. Pero si Sarpedón te es caro y tu corazón le compadece, deja que muera a manos de Patroclo en reñido combate; y cuando el alma y la vida le abandonen, ordena a la Muerte y al dulce Hipno que lo lleven a la vasta Licia, para que sus hermanos y amigos le hagan exequias y le erijan un túmulo y un cipo, que tales son los honores debidos a los muertos.
Así dijo. El padre de los hombres y de los dioses no desobedeció, e hizo caer sobre la tierra sanguinolentas gotas para honrar al hijo amado, a quien Patroclo había de matar en la fértil Troya, lejos de su patria.
Homero. Ilíada, XVI, 439-461. (Traducción de Luis Segalá y Estalella, 1910)
lunes, 23 de noviembre de 2015
Las decisiones de Zeus
Homero. Ilíada, I, 544-550 (Traducción de Luis Segalá y Estalella, 1910)
miércoles, 28 de octubre de 2015
El corcel Janto
Janto, el corcel de ligeros pies, bajó la cabeza —sus crines, cayendo en torno de la extremidad del yugo, llegaban al suelo—, y habiéndole dotado de voz Hera, la diosa de los níveos brazos, respondió de esta manera: —Hoy te salvaremos aún, impetuoso Aquileo; pero está cercano el día de tu muerte, y los culpables no seremos nosotros, sino un dios poderoso y el hado cruel. No fue por nuestra lentitud ni por nuestra pereza por lo que los teucros quitaron la armadura de los hombros de Patroclo; sino que el dios fortísimo, a quien parió Leto, la de hermosa cabellera, matóle entre los combatientes delanteros y dio gloria a Héctor. Nosotros correríamos tan veloces como el soplo del Céfiro, que es tenido por el más rápido. Pero también tú estás destinado a sucumbir a manos de un dios y de un mortal.
Homero. Ilíada, XIX, 404-417 (Traducción de Luis Segalá y Estalella, 1910)
martes, 13 de octubre de 2015
Las hijas de Zeus
Erasmus Quellinus: La muerte de Eurídice
Zeus se casó con Hera y engendró a Hebe, Ilitia y Ares, pero tuvo relaciones con muchas mujeres,mortales e inmortales. De Temis, hija de Urano, tuvo por hijas a las Horas, esto es, Paz, Orden y Justicia; también a las Moiras, esto es, Cloto, Láquesis y Atropos; de Dione tuvo a Afrodita; de Eurínome, hija de Océano, tuvo a las Gracias, esto es, Aglaia, Eufrosine y Talía; de Estigia tuvo a Perséfone; y de la Memoria (Mnemosine) tuvo a las Musas, primero Calíope, luego Clío, Melpómene, Euterpe, Erato, Terpsícore, Urania, Talía y Polimnia.
Calíope dio a Eagro o nominalmente a Apolo un hijo llamado Lino, al cual Hércules mató; y otro hijo, Orfeo, que practicó la música y con sus canciones hizo moverse a las piedras y a los árboles. Cuando su mujer Eurídice murió, mordida por una serpiente, bajó al Hades yendo de buen grado para traerla y persuadió a Plutón para que la enviase hacia arriba. El dios prometió hacerlo así si durante el camino Orfeo no se giraba hasta que hubiese llegado a su propia casa. Pero él desobedeció y girándose vio a su esposa, así que ella volvió atrás. Orfeo también fundó los misterios de Dionisos y habiendo sido despedazado por las Ménades, está enterrado en Pieria.
Apolodoro. Biblioteca, I, 3, 1-2.
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